En 1940 la Wehrmacht parecía imparable, tras haber derrotado en pocas semanas al poderoso ejército anglofrancés, utilizando la Blitzkrieg. Un elemento clave en este nuevo tipo de guerra era la aviación, y la Luftwaffe parecía no tener rival
En 1940 la Wehrmacht parecía imparable, tras haber derrotado en pocas semanas al poderoso ejército anglofrancés, utilizando la Blitzkrieg. Un elemento clave en este nuevo tipo de guerra era la aviación, y la Luftwaffe parecía no tener rival.
Concebida fundamentalmente como un arma de apoyo táctico al servicio de la Blitzkrieg la aviación de Göring se encontró con la responsabilidad de lograr la superioridad aérea sobre el Canal de la Mancha para apoyar la invasión de Inglaterra, la Operación León Marino. Pero se encontraría con un duro rival, la RAF.
Aún a pesar de sus limitaciones y errores, y por encima del mito y la propaganda, el Mando de Cazas británico supo aprovechar sus bazas, como el radar, para impedir que la Luftwaffe lograra su objetivo. Churchill reconocería el sacrificio de sus pilotos cuando dijo que “Nunca, en la historia del conflicto humano, tantos debieron tanto a tan pocos”.