Aunque la Wehrmacht no había podido destruir al Ejército Rojo en una gran batalla de cerco en la frontera, al oeste de los grandes ríos, aún conservaba el potencial suficiente para intentarlo de nuevo y abrir la ruta a Moscú.
Asalto a Moscú. Operación "Tifón". 1941
Aunque la Wehrmacht no había podido destruir al Ejército Rojo en una gran batalla de cerco en la frontera, al oeste de los grandes ríos, aún conservaba el potencial suficiente para intentarlo de nuevo y abrir la ruta a Moscú.
Las lluvias y el barro se convirtieron en un enemigo peor que los soviéticos y el “general invierno” amenazaba con aniquilar a un ejército que no estaba preparado para una campaña larga, en un terreno y un clima tan hostil.
En estas circunstancias la Wehrmacht realizó un último intento sobre Moscú, consciente de que sus opciones se acababan, frente a un enemigo que no dejaba de enviar recursos aparentemente inagotables y encajar pérdidas extraordinarias.