Cuando el 7 de diciembre de 1941 la Armada Imperial atacó Pearl Harbor, abrió la caja de Pandora de todo el poderío tecnológico, económico e industrial de Estados Unidos. “Vengad el 7 de diciembre” fue uno de los lemas esgrimidos por los halcones estadounidenses para destruir al Imperio japonés.
Cuando el 7 de diciembre de 1941 la Armada Imperial atacó Pearl Harbor, abrió la caja de Pandora de todo el poderío tecnológico, económico e industrial de Estados Unidos. “Vengad el 7 de diciembre” fue uno de los lemas esgrimidos por los halcones estadounidenses para destruir al Imperio japonés.
La campaña en el Pacífico fue larga y costosa pero, cuando comenzaron los bombardeos del territorio metropolitano japonés desde las Marianas, resultó evidente para todo el mundo que la derrota nipona era ya solo cuestión de tiempo y dinero.
La Superfortaleza Volante Boeing B-29, una maravilla tecnológica, desarrollada en un tiempo récord, con un coste astronómico, sería la encargada de arrasar las ciudades e industrias japonesas. Curtiss LeMay sería el encargado de dirigir una de las campañas más devastadoras y exitosas de la historia militar.